Bizcochitos de leche condensada con agua de azahar y azúcar

Hoy os traigo unos deliciosos bizcochitos de leche condensada y agua de azahar con azúcar, que le he robado a mi amiga Blanca, del blog Menjar a Ca la Blanca. Este robo ha sido para el Asaltablogs im-previsible. 

Son muy sencillos de hacer,  en cuanto los vi no pude resistirme. Os diré que están tan tan ricos, que en cuanto mi bichito los probó vino corriendo a darme un beso y me dijo "ya sabes porque es este beso porque están buenísimos". Así que ese beso, te lo mando de forma virtual Blanca, porque es tuyo. 

Pincha aquí para ver la receta original de Blanca, puesto que ella usa un azúcar de mandarina, yo puse azúcar normal porque tengo alergia a la mandarina,  pero ya os digo que están brutales y son súper esponjosos. 

Vamos a por la receta! 

Ingredientes:

1 bote pequeño de leche condensada

4 huevos

50 gr de mantequilla a temperatura ambiente

120 grs de harina de repostería

Un sobre de levadura

Una cucharada de agua de azahar. 

Azúcar en grano

Lo primero que hacemos es preparar los moldes, podemos utilizar moldes de magdalenas o bien como ha hecho blanca y yo para unos cuantos, preparar unos moldes con papel vegetal y unas flaneras.

Para hacerlos con las flaneras, cortamos cuadrados de papel vegetal y lo colocamos bien dentro de las flaneras, adaptándolo bien a las paredes, yo, para que coja la forma, mientras preparaba la masa, los he dejado con unas tarrinas pequeñas que tenía, como podéis ver en la foto.

Precalentamos el horno a 180 grados, calor arriba y abajo.

Ponemos la leche condensada en un bol y la batimos unos minutos a velocidad media. 

Añadimos los huevos uno a uno, asegurándonos de que estén bien mezclados antes de añadir el siguiente.

Añadimos la mantequilla a temperatura ambiente y volvemos a batir, hasta que queden todos los ingredientes bien integrados.

Añadimos ahora el agua de azahar y mezclamos. Tamizamos sobre la mezcla la harina con la levadura y lo añadimos, mezclamos lo justo para integrar los ingredientes, pero no batir en exceso.

Rellenamos los moldes hasta un tercio, y espolvoreamos con el azúcar en grano. Horneamos unos 25 minutos hasta que estén dorados.



Dejamos enfriar sobre una rejilla y ya los tenemos listos para disfrutar.